4 consejos para navegar la vida adulta con más seguridad y bienestar

Salud y BienestarArtículo10 de junio de 2025

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Ser adulto no es solo cumplir años; es enfrentar decisiones que afectan tu estabilidad, tu bienestar y tu futuro. A partir de los 35 años, muchos cambios —profesionales, familiares, personales o de salud— pueden generar cuestionamientos sobre si estás donde “deberías estar”. La verdad es que no hay una fórmula única para vivir bien esta etapa, pero sí hay formas más saludables y conscientes de afrontarla.

Aquí te compartimos 4 consejos para llevar esta etapa con más claridad, enfoque y equilibrio.

1. Revisa tus finanzas y haz del ahorro un hábito sostenible

A esta altura, probablemente ya llevas tiempo trabajando, pagando gastos importantes y quizá incluso apoyando a otros. Pero ¿cuánto control tienes realmente sobre tus finanzas?

Te recomendamos:

  • Tener un presupuesto mensual claro que incluya metas a corto y largo plazo.
  • Evaluar tus suscripciones, gastos hormiga y deudas con interés alto.
  • Invertir o ahorrar mínimo un 20% de tus ingresos —no solo para emergencias, también para tu bienestar futuro.
  • Usar herramientas como hojas de cálculo o apps financieras para dar seguimiento.

Consejo útil: Piensa en tu ahorro como una forma de darte más opciones mañana

2. Plantea metas con intención (y no por presión social)

En esta etapa es común preguntarte si estás cumpliendo con “lo que se espera”: ¿tengo suficiente dinero?, ¿una familia?, ¿un negocio?, ¿un hogar propio? Pero la verdadera pregunta es: ¿qué quieres tú para los próximos 5 o 10 años?

Establecer metas con intención te ayudará a tomar decisiones más alineadas con tus valores actuales. Apóyate en el método SMART:

  • Específicas
  • Medibles
  • Alcanzables
  • Realistas
  • Con tiempo definido

 Enfoque práctico: Divide tus objetivos en cortos, medianos y largos plazos, y revisa tu progreso cada trimestre.

3. Cuida tu salud física y mental como una prioridad, no como un lujo

Con el paso del tiempo, el cuerpo y la mente cambian. Ya no se recuperan igual después de un desvelo o de una semana de estrés, y muchas veces, el autocuidado queda al final de la lista.

Hazlo diferente:

  • Realiza actividad física al menos 3 veces por semana, aunque sea caminar 30 minutos.
  • Mejora tu alimentación sin obsesionarte con dietas extremas: come más natural, menos procesado.
  • Dormir bien ya no es negociable: es esencial para tu energía, memoria y estado de ánimo.

Y no dejes de lado tu salud mental:

  • Busca apoyo profesional si lo necesitas.
  • Establece límites con personas o entornos que te drenan.
  • Reduce tu exposición a noticias o redes que te generan ansiedad.

4. Acepta que no debes tenerlo todo resuelto

Una de las cargas más pesadas en esta etapa es creer que ya “deberías” tenerlo todo claro: carrera, pareja, estabilidad económica, hijos, casa. Pero la vida adulta no es una línea recta, y mucho menos una carrera contra el tiempo.

Permítete:

  • Cambiar de rumbo sin culpa.
  • Equivocarte sin juzgarte.
  • Disfrutar los logros, aunque no sean los “esperados”.