5 tips para el mantenimiento preventivo de tu auto

El mantenimiento preventivo de tu auto es clave para alargar su vida útil y garantizar su funcionamiento óptimo. Con el tiempo y el uso, las piezas y componentes del vehículo se desgastan inevitablemente, pero siguiendo ciertas rutinas de mantenimiento puedes evitar reparaciones costosas y prolongar el buen estado de tu auto. A continuación, te compartimos cinco consejos esenciales para el mantenimiento preventivo de tu coche.

1. Cambia los filtros regularmente

Existen cuatro tipos de filtros principales en tu auto: de aire, de aceite, de combustible y de habitáculo. Cada uno tiene un propósito esencial. Por ejemplo, el filtro de aire evita que la suciedad ingrese al motor, mientras que el filtro de aceite ayuda a que el lubricante se mantenga limpio para que el motor funcione sin problemas. Lo ideal es cambiar los filtros cada 10,000 km o una vez al año para garantizar que tu vehículo esté bien protegido y optimizado.

2. Revisa el estado de las llantas

El desgaste de las llantas es inevitable, pero mantenerlas en buen estado es crucial para tu seguridad. Revisa la presión de tus llantas al menos una vez al mes y asegúrate de que estén infladas correctamente. Si notas una pérdida de presión constante, puede ser señal de una fuga. Además, revisa la banda de rodamiento para saber cuánto tiempo de vida útil les queda.

3. Cuida la batería

Para evitar quedarte sin batería, asegúrate de no dejar las luces encendidas o el aire acondicionado en marcha cuando el coche esté apagado. Realiza una revisión de la batería cada seis meses y cámbiala aproximadamente cada cuatro años. Además, es recomendable usar tu coche al menos tres veces por semana para evitar el desuso, ya que esto puede afectar negativamente la vida útil de la batería.

4. Mantén el sistema de frenos en óptimas condiciones

El sistema de frenado es esencial para tu seguridad, por lo que su mantenimiento debe ser una prioridad. Presta atención a ruidos extraños al frenar, vibraciones inusuales o un desgaste en el pedal. Cambia el líquido de frenos y las pastillas cada 20,000 km y no olvides engrasar periódicamente las piezas del sistema de frenado, como las pastillas y los discos.

5. Revisa los amortiguadores

Los amortiguadores juegan un papel clave en la suspensión de tu auto, asegurando que las llantas mantengan contacto con el suelo y que el vehículo no sufra daños al pasar por topes o baches. Factores como el clima, el estado de las carreteras y el uso afectan la vida útil de los amortiguadores. Lo recomendable es cambiarlos cada 60,000 km, procurando no superar los 90,000 km, ya que un mal estado de los amortiguadores puede comprometer la seguridad del vehículo.

Realizar un mantenimiento preventivo regular es una inversión que te ahorrará costos y problemas a largo plazo. Además, contar con un seguro de auto adecuado te brinda la tranquilidad de estar cubierto ante cualquier imprevisto.